La ONU discutió en París un nuevo marco global para la producción y tratamiento del plástico. Europa lleva la propuesta más ambiciosa que es resistida por Estados Unidos y Arabia Saudita.
La posición europea está encabezada por Noruega e incluye a más de 50 países de otros continentes y presiona por «prohibiciones y restricciones» para eliminar los «plásticos problemáticos» junto con líneas de base y objetivos globales.
Estados Unidos, cuya posición está sustentada en el lobby del Consejo Estadounidense de Química, aboga porque se permita a los países individuales establecer sus propios objetivos. Rechazan la “ambición europea” y quieren postergar la discusión a 2040.
Por su parte, Arabia Saudita llevó una propuesta de flexibilidad similar a la de EE. UU., pero aún más concesiva para la industria a lo que solamente se le exigiría “proporcionar a los departamentos de ingeniería requisitos de circularidad para los componentes” y aceptar intercambiar “mejores prácticas en reciclaje entre naciones”.
Mientras tanto, los ambientalistas están expresando su preocupación de que el reciclaje tenga un papel destacado a expensas de la reutilización y otras políticas decididamente restrictivas. También se quejaron de que la ONU limitó la asistencia de las ONG a la conferencia a un representante por grupo.
Japón, un importante generador de desechos plásticos, acaba de anunciar su apoyo a la posición europea la semana pasada.
La posición europea, nucelada en la “Coalición de Alta Ambición para Acabar con la Contaminación por Plásticos” propone los siguientes siete ejes: