*Por Romina Ruffino, Gerenta de Comunicación Interna y Cultura en Naranja.
Desde el primer momento y fieles a nuestro propósito, buscamos hacer las cosas fáciles en tiempos difíciles. Pusimos todo nuestro esfuerzo en dos focos principales: cuidar a las personas y la sustentabilidad del negocio. Por un lado, necesitamos cuidar la salud y el bienestar de más de 3.000 colaboradores y, por el otro, seguir acercando soluciones a nuestros clientes.
Nos fuimos antes a casa: nos anticipamos a las medidas oficiales y elegimos el aislamiento preventivo para todos nuestros equipos. Cuando el gobierno anunció el Aislamiento Obligatorio, ya teníamos todo listo para estar online. Y gracias a esto, pudimos también seguir en contacto con nuestros clientes y garantizar la operación.
Otras de las primeras acciones que lanzamos para facilitar la vida de nuestros colaboradores, clientes, proveedores y de la comunidad en general fueron:
• Lanzamos un turnero digital en tiempo récord: esto nos permitió seguir atendiendo a nuestros clientes todos los días en nuestras casi 200 sucursales en todo el país.
• Realizamos piezas de comunicación y tutoriales para ayudar a nuestros clientes a gestionar sus operaciones y consultas de manera virtual. Las distribuimos a través de redes sociales y plataformas digitales.
• Acompañamos a nuestros clientes con promociones y beneficios en rubros y sectores esenciales para este contexto.
• Se sumó como nuevo foco prioritario el fortalecimiento de la economía local y el acompañamiento de proveedores y comercios amigos, principalmente PYMEs, para quienes desplegamos una serie de beneficios y formaciones vinculadas a los desafíos del contexto pandemia.
• Lanzamos la campaña “Entre todos podemos”, por la cual Naranja donó $20 millones a tres organizaciones de la sociedad civil que estaban trabajando para acercar alimentos, kits de higiene y asistencia a las comunidades con mayores necesidades. Además, durante abril y mayo Naranja invitó a todas las personas a contribuir a través de donaciones únicas y por cada peso que donaron, la compañía igualó ese importe. De esta manera, $24 millones en total fueron distribuidos entre Cáritas, Cruz Roja Argentina y Red Argentina de Bancos de Alimentos.
El rol de las Áreas de Sustentabilidad puede ser clave para articular todo nuestro conocimiento interno y nuestra potencia como empresa con las principales necesidades de nuestros stakeholders y de la comunidad en general. Algunos ejemplos de cómo, con esta mirada, en Naranja buscamos ampliar el impacto positivo de nuestras operaciones:
• La campaña de donaciones “Entre Todos Podemos”: facilitó transacciones para apoyar a organizaciones de la Sociedad Civil que estaban trabajando en terreno y necesitaban recursos.
• La caja día del amigo: es un regalo que se hace tradicionalmente en Naranja a los colaboradores y para entregarlo, este año, el foco estuvo en aprovechar la distribución geográfica de los 3.000 colaboradores en distintos puntos del país, para diversificar los proveedores y favorecer a las distintas economías locales. Trabajamos con 10 empresas distintas y 500 colaboradores y proveedores para que 86.928 productos regionales se distribuyeran desde las cajas, a distintos puntos del país.
Creemos que es fundamental que las Áreas de Sustentabilidad jueguen un rol transversal. En un contexto como este, donde todo es nuevo y distinto, y tenemos que adaptarnos constantemente, esta necesidad se potencia aún más.
Como mencioné antes, trabajamos mucho para acompañar a nuestros principales stakeholders y comunidad: nuestros proveedores, comercios amigos, clientes y colaboradores. Uno de los focos prioritarios fue fortalecer la economía local y acompañar a proveedores y “Comercios Amigos”, principalmente PYMEs, con una serie de beneficios y formaciones vinculadas a los desafíos del contexto pandemia. Por ejemplo, hubo adelanto en fechas de pago y se trabajó especialmente en la cercanía y la comunicación con ellos. Y, de hecho, en la medición de NPS que hicimos a comercios amigos, obtuvimos 15 puntos más que el año pasado.
El 2020 fue sin duda un año desafiante. Si tenemos que rescatar un aprendizaje del área es que el trabajo remoto posibilitó el avance de proyectos y conversaciones entre personas y equipos que estaban en distintos puntos del país y facilitó la sinergia entre distintos sectores de la empresa. Por ejemplo, el equipo de impacto ambiental estuvo formado por 18 personas, que están en Posadas, Córdoba y Buenos Aires, y que son parte de 11 áreas y seis gerencias distintas: Infraestructura, Sistemas, Plásticos, CA Posadas, Celebraciones y Gestión Comercial. Trabajando de esa forma, logramos lanzar un piloto de gestión de residuos en Córdoba, migrar todas las impresoras del país para que impriman a doble faz con el fin de reducir el uso de papel y avanzar en un proyecto de energías limpias, entre varios más. No sabemos si hubiéramos logrado todo esto desde la oficina.