*Por Diego Lanusse, director de Sustentabilidad, Eidico.
¿Qué huella nos gustaría dejar como padres, como ciudadanos, como empresarios?
En mi caso, con el desafío por delante de crear y fomentar empresas y comunidades sostenibles, esta es una pregunta que siempre me interpeló. Para empezar a responderla, a los pilares del famoso triple impacto (económico, social y ambiental) desde los que encaramos nuestra actividad en Eidico, sumamos una cuarta dimensión que nos parece vital: la humana. Sin la persona en el centro de nuestras acciones y decisiones, sin el factor humano como punto de partida, todo queda con sabor a poco.
Entonces, nos preguntamos, ¿cómo aportar nuestra experiencia para ayudar e inspirar a otros desarrolladores? Llevamos a la mesa de la Comisión de Buenas Prácticas de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos esta inquietud, y empezamos contando cómo desde el diseño y la posterior puesta en marcha de nuestros barrios, podemos fomentar la Gestión de Empresas Sostenibles.
A través de un “check-list”, que funciona como un sistema de semáforos, encontramos una guía, una hoja de ruta para desarrollar un producto de primera calidad, inclusivo y socio-ambientalmente responsable.
¿Qué cuestiones consideramos imprescindibles para la aprobación de proyectos que embanderen las buenas prácticas? Me gustaría resaltar algunas.
Cuidar los detalles es cuidar lo más grande, nuestra comunidad, los vínculos y la sociedad en general.