* Por RedEAmérica
Hoy, para las empresas no preocuparse por el entorno ya no es una opción. Hay un gran cambio en la manera de entender la interdependencia entre empresas y sociedad y cada vez más, el éxito de estas organizaciones dependerá de la integración del entorno social a los negocios.
Toda empresa genera efectos positivos y negativos en las comunidades y los territorios que la rodean. ¿Cuáles son esos efectos? Es importante que los identifiques y actúes porque la perdurabilidad de tu negocio estará asociada al desarrollo sostenible de las comunidades y territorios, y al mismo tiempo, esas comunidades para ser sostenibles, necesitarán que tu empresa sea exitosa.
El proceso de incorporación de aspectos sociales y ambientales a los modelos de negocio puede alcanzarse a través de 4 caminos complementarios. Innovar en cualquiera de estos caminos genera sostenibilidad.
Los diferentes caminos para integrar asuntos sociales a los modelos de negocio
Hasta ahora los modelos de negocio han incorporado más aspectos ambientales que sociales.
Dado este desequilibrio, se plantean diversas opciones empresariales para crear impactos sociales positivos y contribuir al desarrollo de comunidades sostenibles. No existe un solo camino para incorporar el desarrollo sostenible de las comunidades en los modelos de negocio.
1. Productos o servicios que crean valor
Desarrollar productos o servicios que beneficien a las comunidades y la vez generen valor económico es un camino que han seguido algunas empresas. En algunos casos participan, desde la fase de diseño, líderes y organizaciones comunitarias con ideas y sugerencias para desarrollar productos y servicios que efectivamente pueden ser adquiridos por las comunidades y se adaptan a sus necesidades particulares.
2. Operaciones que tienen en cuenta criterios sociales
Las empresas son cada vez más conscientes de los impactos ambientales y sociales de sus operaciones, muchas veces negativos, para las comunidades y están buscando transformarse para tener una gestión responsable. Con este cambio en sus procesos de producción, las empresas y las comunidades donde operan pueden beneficiarse mutuamente. Ya en la segunda década del presente siglo, la producción limpia ha comenzado a ser una exigencia. Es posible que en los próximos años algo similar suceda con la inclusión social. Estos cambios en las cadenas de valor empresariales responden a múltiples preocupaciones ambientales y sociales.
3. Redes de valor con criterios de inclusión social
La tercera alternativa es intervenir en el ecosistema necesario para la producción y conseguir que la generación de valor para la sociedad ocurra con los proveedores o los distribuidores de la empresa. Por último, una empresa puede contribuir a la competitividad y sostenibilidad de su entorno. Con estas intervenciones beneficia su propia operación, pero también al entorno que está más allá de su mercado y red de valor. Configurar un modelo de negocio sostenible exige trabajar con la cadena de suministro, la cadena de distribución o el apoyo de terceros para la empresa.
4. Entorno socio político y construcción de comunidades sostenibles
El trabajo hacia la sostenibilidad no se limita a las condiciones cercanas al negocio: productos o servicios, operaciones o redes de producción. Una empresa tiene distintas alternativas para hacer más competitivo y sostenible su entorno.
Las operaciones empresariales tienen tanto consecuencias positivas como negativas en su entorno. Las comunidades locales pueden ser afectadas, por ejemplo, por ruido y contaminación ocasionados por esas operaciones. Las empresas necesitan, entonces, participar en diálogos con los diferentes actores en las comunidades como las empresas logran cambios en ciertos temas específicos del entorno cuando coordinan esfuerzos y trabajan de manera colaborativa.