La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) es un encuentro anual que reúne a cientos de países, organizaciones regionales y otros actores del ámbito público y privado en torno a la discusión sobre la crisis climática global. Su origen se remonta a 1992 en Río de Janeiro, Brasil, donde fue suscripta la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el marco de la Cumbre de la Tierra.
Año tras año el mundo espera con atención el desarrollo de este evento, en el que se producen importantes debates que permiten alcanzar acuerdos históricos tales como el Protocolo de Kioto de 1997 o el Acuerdo de París de 2015 – que formalizó el compromiso de los países firmantes por mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC intentando limitarlo a 1,5ºC -.
En 2022, la COP 27 se está llevando adelante en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh, del 6 al 18 de noviembre. La primera semana dejó diversos hitos: celebración de la sociedad civil por la inclusión del tema pérdidas y daños en la agenda, fuertes pedidos de los países más afectados por los efectos del calentamiento global y algunas ausencias importantes como las de China y Rusia.
En su discurso de apertura, Simon Stiell – Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático – resaltó las tres áreas críticas de debate en la COP27: La primera es un cambio transformacional hacia la aplicación del Acuerdo de París y la conversión de las negociaciones en acciones concretas; la segunda es consolidar los avances en las importantes líneas de trabajo de mitigación, adaptación, financiación, y pérdidas y daños, si se intensifica la financiación para hacer frente a los impactos del cambio climático; y el tercero es mejorar la aplicación de los principios de transparencia y responsabilidad en todo el proceso de cambio climático de la ONU.
Se destacó también la presentación, por parte de una serie de expertos internacionales en ciencias naturales y sociales, de diez ideas esenciales sobre el cambio climático desde 2021. Uno de los puntos clave fue el de los límites de la humanidad para adaptarse a los impactos inevitables del cambio climático, que incluyen sequías, tormentas e inundaciones cada vez más frecuentes y severas. El informe 10 New Insights in Climate Science (10 nuevas reflexiones en la ciencia climática) presentólas ideas clave de las últimas investigaciones relacionadas con el cambio climático de este año y dio respuesta a las claras peticiones de orientación política durante esta década crítica.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), también ha sido escenario de importantes avances en materia de gestión y conservación sostenible de los bosques, con el lanzamiento de la Alianza de Líderes por los Bosques y el Clima (Forest and Climate Leaders’ Partnership – FCLP), cuyo objetivo es unir la acción de los gobiernos, las empresas y los líderes comunitarios. El objetivo de la Alianza es impulsar la acción para poner en práctica el compromiso asumido por más de 140 países en la COP26 de Glasgow el año pasado, que consistía en detener la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030, y convertir así la ambición en resultados sobre el terreno.
La segunda semana de la COP 27 se inauguró con la primera mesa redonda ministerial de alto nivel sobre la ambición antes de 2030, con un llamamiento colectivo para aumentar urgentemente la acción y el apoyo al clima.
Este evento anual para establecer la dirección global sobre la ambición de mitigación y la implementación que debe tomarse antes de 2030, se abrió con un duro informe de ONU Cambio Climático. Según el informe, el mundo está muy lejos de mantenerse por debajo de los objetivos de temperatura del Acuerdo de París.
El informe muestra que el cumplimiento de los compromisos actuales por parte de los gobiernos nacionales aumentaría las emisiones en un 10,6 % para 2030 y pondría al mundo en la senda de un calentamiento de 2,5 ºC para finales de siglo. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, las emisiones de gases de efecto invernadero deben alcanzar su punto máximo antes de 2025 y disminuir un 43 % para 2030 para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Simon Stiell (Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático), pidió un ambicioso programa de trabajo de mitigación lanzado en la COP27 que reduzca las emisiones más rápidamente, impulse una acción contundente y garantice que los países clave tomarán medidas inmediatas para aumentar la ambición y mantenernos en el camino hacia 1,5 °C según los compromisos asumidos con el Acuerdo de París.
En los próximos días, se prevé la publicación del Documento final de la COP 27, que resuma los compromisos de las naciones participantes en torno a la agenda de la acción climática mundial.
Puede seguir las actualizaciones y avances de la COP 27 ingresando a: https://unfccc.int/es.
El Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático al 2030 de Argentina
Con la presencia de Cecilia Nicolini, Secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Argentina presentó las medidas para limitar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y generar respuestas coordinadas que adapten a los territorios, ecosistemas, sectores y comunidades vulnerables frente a los impactos del cambio climático en dos eventos realizados en la COP 27.
Se destacan los siguientes puntos:
Meta de mitigación: no exceder la emisión neta de 349 MtCO2e para 2030, objetivo aplicable a todos los sectores de la economía.
Meta de adaptación: construir capacidades, fortalecer la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad frente al cambio climático, en los distintos gobiernos locales y sectores, a través de medidas que prioricen a las comunidades y los grupos sociales en situación de vulnerabilidad, y que incorporen el enfoque de género y la equidad intergeneracional.
Según se detalla el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático está estructurado en torno a cuatro enfoques transversales, cuatro líneas instrumentales y seis líneas estratégicas.
La funcionaria explicitó la expectativa de acordar, de un modo definitivo, cómo se va a implementar la acción climática. Es decir, de qué manera se podrá acceder al financiamiento, la transferencia de tecnología y las capacidades para llevar adelante las transiciones hacia un desarrollo sostenible.
La cuestión del financiamiento es un elemento central no sólo para la Argentina, sino también para los países del Sur Global. La discusión sobre el cambio climático es profundamente económica y se desarrolla en un escenario en el que la desigualdad es el denominador común.