*Por Federico Zárate – Director Ejecutivo
Ayer celebramos el Día Internacional del Trabajo, y en su conmemoración creo que es imperativo
reflexionar sobre el valor intrínseco que el trabajo posee en nuestra sociedad y los desafíos que
enfrentamos para asegurar su impulso, equidad, dignidad y sostenibilidad. Pienso que como
sociedad tenemos que dar cada vez más lugar a este debate y promover acciones concretas que
fortalezcan la cultura del trabajo y fomenten el desarrollo humano y de la sociedad en su conjunto.
Nos encontramos ante un desafío monumental: el de potenciar el valor compartido que surge de un
compromiso genuino con el trabajo productivo, constructivo y de calidad. Para abordar este desafío,
considero que es crucial centrarnos en tres ejes de acción fundamentales:
- Fortalecimiento de la Cultura del Trabajo y las Relaciones Laborales: Debemos trabajar
incansablemente para mejorar las condiciones laborales, fortalecer el equilibrio entre la vida laboral
y personal, y garantizar la equidad, el respeto y la promoción por los derechos humanos en todos los
ámbitos laborales. Esto implica un compromiso conjunto de todos los sectores de la sociedad por
crear entornos laborales saludables y propicios para el desarrollo integral -tanto profesional/laboral
como personal- de los trabajadores.
- Inclusión Laboral Sostenible: Es fundamental identificar y aprovechar las oportunidades para
generar procesos reales y sostenidos de inclusión laboral. Esto implica no solo acciones internas en
las empresas y organizaciones, sino también colaboraciones sólidas en alianza con los integrantes
de las cadenas de valor y el uso estratégico de inversiones sociales. La inclusión laboral no solo es
una cuestión de justicia social, sino también una estrategia inteligente para impulsar el crecimiento
y desarrollo ético-cultural, económico y social.
- Educación y Formación para el Desarrollo: Promover, invertir y acompañar procesos educativos,
de capacitación y formación es esencial para potenciar el desarrollo personal y profesional de las
personas. Esto implica fortalecer sus conocimientos y competencias de manera alineada con las
necesidades productivas actuales y los desafíos que enfrenta nuestra sociedad en el marco de un
contexto país y región específico. La educación y la formación continua son pilares fundamentales
para construir un futuro sostenible y equitativo, que también requiere de alianzas y colaboración
entre actores de destino sectores.
Es importante comprender que estos ejes de acción son parte integral de un compromiso más
amplio con la Responsabilidad Social y su contribución de valor al desarrollo sostenible. En un país
con altos índices de pobreza, el trabajo genuino y la promoción de condiciones laborales dignas son
fundamentales para impulsar el progreso y la inclusión social.
En última instancia, abordar los desafíos relacionados con la cultura del trabajo, las condiciones
laborales y la inclusión requiere un enfoque colaborativo y multisectorial. Solo mediante alianzas
entre actores de diferentes sectores podemos avanzar hacia una sociedad más justa, equitativa y
próspera para todos.
En este Día Internacional del Trabajo, renovemos nuestro compromiso con la creación de un futuro
laboral más justo, inclusivo y sostenible. Juntos, podemos hacer del trabajo no solo un medio de
subsistencia, sino también una fuente de dignidad, realización y progreso para todos.