La publicación, que contiene recomendaciones elaboradas para el sector por especialistas de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible, marca una orientación para que las bodegas traten de implementar diferentes prácticas alineadas con el desarrollo sostenible. La rectora Esther Sánchez entregó ejemplares a funcionarios durante el desayuno de la COVIAR.
«Tratar de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras”, ese es el espíritu que sigue el desarrollo sostenible y al que apunta la Guía de Autoevaluación de Sostenibilidad Enoturística Argentina, que entregó la rectora de la UNCUYO, Esther Sánchez, a funcionarios provinciales y de la Corporación Vitivinicola Argentina (COVIAR) durante el desayuno que la entidad realiza cada año dentro del calendario vendimial.
Es una guía que elaboraron especialistas de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible (MRS) de las Facultades de Ciencias Agrarias y de Ciencias Económicas en el marco de la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) 2030 de la COVIAR y que establece como uno de sus ejes principales de trabajo la sostenibilidad.
Alfredo Fonzar, miembro del equipo que coordina la Maestría y asesor de la Corporación, explicó que el material surge de una articulación con la entidad que se viene realizando desde hace algunos años. Primero se hizo una guía de autoevaluación de sostenibilidad vitivinícola argentina, una herramienta de gestión que pueden usar los diferentes sectores vitivinícolas para incorporar la sostenibilidad y la responsabilidad social.
Luego el trabajo se enfocó específicamente sobre la sostenibilidad enoturística. La iniciativa partió de entender que el impacto que tiene el enoturismo como gran actividad a nivel mundial, y en Argentina en particular, requiere pensar en acciones que contribuyan al desarrollo sostenible de la actividad. En ese sentido, Fonzar señaló que además de entenderla como actividad económica, hay que, «tratar de aportar también a las cuestiones sociales, ambientales y ético-culturales”.
El documento marca una orientación para que las bodegas traten de implementar diferentes prácticas para alinearse al desarrollo sostenible y a la sostenibilidad. “Son pautas que están muy alineadas a las exigencias a nivel mundial con relación al turismo; hemos dado un primer paso, ahora hay que hacer caminar el proyecto, capacitar a las bodegas para que utilicen las herramientas y que prontamente también se pueda certificar”, apuntó el coordinador.