*Por María Laura Moreno. Bióloga, Doctora en Ciencias Biológicas y docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de Universidad Siglo 21.
En los últimos días, como consecuencia de los incendios que están arrasando los humedales del Delta del Paraná, estos ecosistemas volvieron a estar en agenda. Volvamos unos pasos para atrás, para comprender qué son los humedales, qué servicios ecosistémicos brindan, cuáles son sus amenazas y por qué es urgente sancionar una ley que los proteja. Probablemente, la primera imagen que nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra humedal es un ambiente que tiene bastante agua, y algo de vegetación. Es decir, podríamos considerar a los humedales como aquellas zonas donde el agua es el factor que controla el ecosistema, y la biodiversidad que está asociada a él.
La definición más aceptada internacionalmente de humedales, es la que brinda la Convención Internacional Ramsar (Iran, 1971), que es un tratado intergubernamental cuya misión es la conservación de los humedales. Esta Convención define a los humedales como todas aquellas “extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.
En Argentina tenemos 22 humedales distribuidos en diversas ecorregiones ocupando una superficie de 60 millones de hectáreas. Todos ellos están incluidos dentro de la Convención Ramsar. Ahora bien, ¿por qué hay que conservar los humedales?, ¿qué servicios ecosistémicos brindan? Los humedales son uno de los ecosistemas más productivos del mundo. Sostienen una enorme biodiversidad, son fuente de agua y tienen alta productividad. Estos sistemas, brindan innumerables servicios ecosistémicos (es decir, aquellos bienes y servicios que benefician a la humanidad). Entre ellos podemos mencionar: suministro de agua dulce, alimentos y material de construcción, biodiversidad y mitigación del cambio climático.
¿Cuáles son las principales amenazas que ponen en peligro a los humedales en nuestro país? La construcción de inmuebles, agronegocios y la minería de litio son tres actividades principales que ponen en peligro esos reservorios naturales de agua. Por ejemplo, según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, en el Delta del Paraná se han perdido alrededor de más de 90 mil hectáreas por la quema de pastizales. Por estas amenazas, es urgente que exista en nuestro país una ley que regule las actividades humanas en estos ecosistemas esenciales.
A principios del mes de agosto de este año, se empezó a debatir en la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados de la Nación, un proyecto para proteger los humedales de nuestro país. El objetivo de esta iniciativa es la creación de un inventario de humedales y el establecimiento de presupuestos mínimos para su conservación, que debe cumplir el estado nacional y las provincias involucradas. Se trata de un esquema similar a los existentes para las leyes de bosques y de glaciares. Esperemos que nuestros diputados y senadores estén a la altura de esta problemática, y este año podamos decir se sancionó la Ley de Humedales en nuestro país.