«Sin medidas inmediatas, la paridad de género en los puestos de alta dirección no se alcanzará hasta 2051«, según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton.
El informe Women in Business 2025 de Grant Thornton destaca una realidad preocupante en torno a la paridad de género en los puestos de alta dirección: si no se toman medidas inmediatas, no se alcanzará la equidad de género en el liderazgo empresarial hasta 2051. Este dato subraya la urgencia de acelerar la inclusión de las mujeres en los niveles más altos de toma de decisiones, especialmente en el sector de las empresas medianas, que representan el 90% del mercado global.
A pesar de los avances en los últimos años, las mujeres siguen ocupando solo el 34% de los puestos de liderazgo senior a nivel mundial. Un aumento de apenas 0,5 puntos porcentuales con respecto al año anterior refleja la lentitud de los cambios. Sin una intervención acelerada, las mujeres que hoy inician su carrera profesional podrían esperar más de 25 años para ver una representación equitativa en los niveles más altos de las organizaciones.
Liderazgo Femenino: Avances, retos y oportunidades.
Grant Thornton celebra la capacidad de innovación y agilidad de las empresas del mercado medio. Este sector, que es el motor de la economía global, tiene el potencial de ser un catalizador del cambio en materia de paridad de género. Como señala Karitha Ericson, Líder Global de Capacidad de Red, Cultura y Sostenibilidad Corporativa de Grant Thornton International Limited (GTIL), «Si aceleramos la paridad de género, veremos beneficios como economías más fuertes, empresas con mejor rendimiento y culturas más inclusivas. Hay una presión creciente para actuar, pero también una oportunidad que no debemos desaprovechar«.
El escenario de la paridad de género en América Latina
En Latinoamérica, la paridad de género en la alta dirección está avanzando, con Argentina y Brasil liderando la región. En América del Sur, las mujeres ocupan el 37,2% de los puestos directivos, un aumento de 1,4 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Sin embargo, este progreso es insuficiente y muestra que aún queda mucho por hacer para alcanzar la paridad real en las empresas medianas.
Matiana Behrends, Socia y Responsable de Servicios de Asesoramiento y Consultoría de Capital Humano en Grant Thornton, subraya que «Las empresas logran mejores resultados cuando tienen una mayor diversidad de género en los niveles jerárquicos más altos. Toman mejores decisiones, suelen ser más creativas y también responden mejor ante las crisis. Lo que es bueno para las mujeres, también es bueno para las empresas«.
Además, el impacto social de los movimientos culturales en Argentina, como el #NiUnaMenos, ha aumentado la visibilidad de los problemas que enfrentan las mujeres y ha alentado a muchas a creer que pueden ocupar puestos de liderazgo. Esto se refleja positivamente en el ámbito corporativo, aunque aún falta implementar medidas concretas para avanzar hacia la equidad de género.
El informe de Grant Thornton hace un llamado a los líderes empresariales para que implementen medidas efectivas que aceleren la paridad de género en la alta dirección. Algunas de las acciones clave incluyen:
Establecer objetivos claros de representación femenina en los puestos de alta dirección. El 63,9% de las empresas aún no cuentan con metas claras en este ámbito, lo que obstaculiza el progreso hacia la equidad de género.
Fomentar redes de mentoría y desarrollo profesional que promuevan la retención y el crecimiento del talento femenino. Las empresas que han adoptado estrategias de networking han visto un aumento del 61,1% en la participación femenina en posiciones directivas.
Exigir diversidad en sus cadenas de suministro, ya que el 77,6% de las empresas han recibido solicitudes de inversores, clientes o socios para demostrar su compromiso con la diversidad de género.
El compromiso de Grant Thornton con la Responsabilidad Social y Sustentabilidad
Desde IARSE, celebramos el compromiso de Grant Thornton con la paridad de género. La acción inmediata para promover la inclusión de las mujeres en los más altos niveles de liderazgo no solo es una cuestión de justicia, sino también un imperativo estratégico para transformar las economías y fortalecer el liderazgo global.