Según datos de la FAO Argentina y del Ministerio de Agroindustria, en Argentina se desperdician alrededor de 16 toneladas de comida cada año lo que equivale a un kilo por día por persona mientras que el 30% de los individuos está por debajo de la línea de la pobreza y conseguir alimentos se dificulta.
En este marco era de vital importancia lograr una significativa modificación en la Ley 25.989 de Régimen Especial para la Donación sancionada hace 14 años. Durante los primeros días de octubre de 2018, la Cámara de Senadores restituyó el artículo 9, vetado en el año 2004 con el objetivo de incentivar las donaciones empresariales y disminuir el desperdicio de alimentos.
Esta modificación permite quitarles a los donantes la responsabilidad por los daños o perjuicios que pudieran producirse con donaciones sin vicios ocultos y que hayan pasado los controles bromatológicos exigidos por el Código Alimentario Argentino.
Esta modificación traerá consigo múltiples beneficios tanto para las empresas donantes como a las personas beneficiadas con las donaciones.
En esta coyuntura es de suma importancia destacar la labor de los Bancos de Alimentos. Estas entidades se encargan de almacenar, clasificar y distribuir alimentos entre organizaciones comunitarias garantizando la trazabilidad y evitando el desperdicio.
En esta ocasión, IARSE dialogó con Natascha Hinsch, Directora Ejecutiva de la Red Argentina Banco de Alimentos quien pudo introducirnos a la Ley y las posibilidades a futuro luego de su aplicación.
La RED BdA agrupa 15 Bancos de Alimentos y 5 organizaciones que se están conformando, trabajando en 11 provincias. Nuestra misión es disminuir el hambre, la malnutrición y el desperdicio de alimentos en Argentina mediante el rescate de alimentos que están perfectamente aptos para su consumo, para ser entregados a organizaciones comunitarias, comedores, merenderos, etc. Esto lo hacemos en alianza con empresas productoras, distribuidoras de alimentos, productores primarios, supermercados, mercados concentradores frutihortícolas, etc, solicitando la donación de alimentos que por algún motivo perdieron valor comercial (por fecha próxima de vencimiento, error de packaging, excedentes de mercado, por ser productos estacionales que ya no se venden, o por poco éxito comercial).
En 2016, enfrentados a las cifras sobre pérdidas y desperdicios de alimentos divulgadas en 2015 por el Ministerio de Agroindustria, y un índice de pobreza que no disminuía en nuestro país, desde la REDBdA asumimos el desafío de llegar a distribuir unos 16 millones de kg de alimentos para 2020, duplicando lo distribuido en 2015. Para lograrlo era necesarios instrumentar todas las herramientas posibles para incentivar las donaciones de alimentos. Por eso, en 2016 nos pusimos a trabajar en un proyecto de Ley integral, cuyo primer eje tuvo que ver con la reincorporación del Art. 9 a la Ley Donal. Un artículo fundamental que limita la responsabilidad del donante de buena fe, que entrega los alimentos bajo las exigencias del Código Alimentario. Esto es fundamental para que las empresas se animen a donar más, y se multipliquen las donaciones. La modificación de la ley, tiene un triple impacto positivo:multiplicar la cantidad de donaciones, devolver valor social a los alimentos, evitando su desperdicio y posterior contaminación del ambiente,acercándolos a quienes más los necesitan. Este nuevo marco legal hará posible la alimentación de miles de niños y adultos que se encuentran actualmente en situación de pobreza y riesgo alimentario.
Celebramos el trabajo de todas las personas, empresas, organizaciones, organismos públicos y legisladores que hicieron posible la sanción de esta importantísima Ley. Pero este es solo el primer paso, desde la REDBdA seguiremos trabajando para sumar más herramientas que nos permitan rescatar más alimentos: lograr incentivos fiscales para los donantes de alimentos, rever el tema del etiquetado y las fechas de vencimiento de los productos, así como generar campañas de concientización. Sigamos trabajando juntos por una Argentina bien nutrida y sin hambre.