La irrupción de la Covid-19 ha alterado completamente nuestras vidas y está teniendo un elevadísimo coste sanitario, con decenas de miles de personas muertas en todo el mundo, pero también económico y social. Sin duda, en estos momentos la prioridad es afrontar la emergencia sanitaria, detener la expansión del virus y luchar por salvar todas las vidas posibles. Pero después de la emergencia será necesario replantearse la prevención y lucha contra futuras pandemias. Para eso es fundamental entender los procesos que pueden originar esta y otras epidemias globales que nos han afectado en los últimos años, asumiendo el vínculo entre la salud de las personas, los animales y los ecosistemas.
Nos encontramos ante una crisis de salud pública que en realidad está directamente vinculada a una crisis de la salud del planeta y de pérdida de biodiversidad. Su conservación y defensa es la garantía para prevenir futuras pandemias y hacernos más fuertes frente a las que vengan. Solo tenemos un planeta y su salud está íntimamente ligada a la nuestra, y debemos aprender a cuidarlo.
Compartimos el informe de WWF «Pérdida de naturaleza y pandemias: un planeta sano por la salud de la humanidad» en el que se apuntan argumentos en este sentido.