* Por María Carolina Ulla – Asesora Técnica en cuestiones ambientales del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE). Abogada, Magíster en Derecho Ambiental.
Si pensamos en una fecha para conmemorar el compromiso con el cuidado de nuestra casa común, pareciera ser necesariamente el 5 de junio de cada año, instituido por Naciones Unidas como el Día Mundial del Medio Ambiente.
Sin embargo, este compromiso no resulta tan presente en otros momentos. Un ejemplo de esto fue septiembre de 2013, cuando los científicos y expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) informaron al mundo que existe certeza – en un 95% – de que la actividad humana es la causa dominante del calentamiento global desde 1950; o el pasado 8 de agosto de 2016, cuando una vez más, la población mundial consumió los recursos naturales anuales a una velocidad mayor a lo que el planeta es capaz de regenerar (Global Footprint Network, 2016). En definitiva ¿Es justo que sólo recordemos al Planeta finito en donde vivimos únicamente en su día?